Wednesday, January 17, 2007

El futuro demanda otras profesiones



• Es imprescindible saber las tendencias a las que se dirige la
humanidad en un mundo cada vez más globalizado y engente.
Conozca el abanico de posibilidades que ofrecen las llamadas profesiones del futuro.
josé antonio pastor
TIEMPOS DEL MUNDO
ARICA Y OTRAS CAPITALES

La señal de alerta la dieron expertos franceses hace algún tiempo al anunciar que durante el siglo XXI, un 25 por ciento de la población mundial estará empleada en trabajos que aún no existen o son poco habituales en la actualidad. Explicaban que las nuevas tecnologías están revolucionando tan rápido la producción y los servicios, que están generando nuevos oficios y profesiones. Para encontrar un ejemplo reciente sólo tenemos que retroceder una década.
¿Cuántas personas tenían acceso a Internet? En Latinoamérica, realmente
eran muy pocos, pero hoy es una herramienta casi indispensable que genera
millones de empleos en todo el orbe. La navegación por el ciberespacio es tan normal que cualquier niño en edad escolar domina los conceptos básicos.

La producción y las labores en la oficina han cambiado debido a la mecanización, automatización e informatización de las tareas, y a la aplicación de la microelectrónica. El trabajo es más cualificado, complejo y orientado al procesamiento de datos, y lo efectúa una menor cantidad de población activa, en menos horas de trabajo semanal, pero con una vida activa más prolongada.

También se han desarrollado y especializado las labores relacionadas con la
informática, la electrónica, las comunicaciones, la rebotica, la biotecnología y la energía. En la actualidad, es normal trabajar desde la casa sin ir a la empresa, por medio de computadoras y equipos electrónicos interconectados. Vivimos en el mundo que nuestros abuelos conocieron a través de la ciencia ficción.

Se necesito un 'ociologo’ con experiencia

La globalización ha alterado los patrones de competitividad, encontrando en el conocimiento y la capacitación profesional su pilar. Hoy, la calidad y la productividad de una economía se apoyan cada vez mas en el conocimiento científico y en los avances tecnológicos.

Es por estos motivos que los centros de educación superior están en la obligación de formar profesionales que trabajen más inteligentemente, que mantengan una actitud mental positiva ante los distintos problemas sociales y empresariales, y que vean una respuesta frente a cualquier problema y no un problema en cada respuesta.

Las universidades ya no deben formar profesionales que nunca encuentran trabajo, sino dedicarse a graduar empresarios creadores de empleo. Abogados, periodistas, ingenieros y arquitectos, por citar algunas cuantas carreras, engrasan las listas de desempleados en toda la región, pero estos centros de educación superior continúan con la misma oferta curricular. No existe una visión amplia que ofrezca una variedad educacional, por el temor a perder una matrícula.

Sólo es necesario ver los anuncios de empleo en los periódicos para descubrir cuáles son las profesiones más requeridas. Esto, sin embargo, es meramente un dato referencial, ya que dentro de cinco años las cosas pueden cambiar y ser otras las carreras más solicitadas.

En lo que muchos expertos concuerdan es que los puestos de trabajo en tecnología de la información, caso de la ingeniería de sistemas o la informática, se incrementarán. Igualmente, se buscarán los servicios de expertos relacionados con las telecomunicaciones, actividades financieras, consultarías y la bioquímica. Todas estas carreras parecen lógicas, pero los expertos tienden a dejar flotar la imaginación y exponen que en unas décadas se necesitarán técnicos especialistas para desmantelar las centrales nucleares de generación eléctrica, técnicos con conocimientos en instalaciones, combustibles y seguridad atómica, y para combatir la creciente polución ambiental y la acumulación de residuos harán falta descontaminadores.

También habrá una creciente demanda para los creadores de páginas Web de Internet, quienes serán especialistas en múltiples disciplinas como las artes gráficas, la informática y la psicología, así como de diseñadores de marcas comerciales.

Para especialistas en prospectiva laboral, los individuos que se adapten a
los cambios con mayor rapidez y flexibilidad, gracias a su polivalencia laboral y profesional, tendrán más posibilidades de trabajo. Aunque, asimismo, existirá una demanda de profesionales y trabajadores generalistas, o sea personas capaces de funcionar en varios y diferentes puestos. Además, se supone que entre las nuevas carreras figurarán las de 'ociólogos', quienes ofrecerán opciones para el tiempo libre, un campo que se amplía y que tiende cada vez más al pasatiempo educativo.

Los ludicadores inventarán videojuegos, los donadores crearán réplicas genéticas y los holografistas dominarán las tres dimensiones. El mercado laboral también demandará granjeros marinos, tecnoagricultores, recicladores y reparadores de robots. De igual forma, aumentará la demanda de especialistas capaces de diseñar y construir parques de atracciones, acuarios, zoológicos, museos de la ciencia y exposiciones interactivas.

Los ingenieros moleculares se encargarán de diseñar y manipular los nuevos materiales —desde cerámicas ultrapuras y aleaciones especiales, hasta fibras sintéticas—, una familia de compuestos que ya ha comenzado a revolucionar la industria, el transporte y la electrónica. La química molecular será la gran especialidad de estos profesionales.

Fundamental ser bilingüe

El mercado laboral de América Latina presenta una situación crítica, con un deterioro dramático de las condiciones de trabajo y un creciente aumento del desempleo y subempleo. Según datos del Banco Mundial y de la Organización Internacional del Trabajo, la tasa de desempleo promedio de la región es del 11 por ciento. Como si esta cifra no fuera ya preocupante, debemos agregar que una gran cantidad de profesionales en los diferentes países de Latinoamérica se ven obligados a dedicarse a otras cosas.

Lo peor es que así como aparecerán nuevas carreras, otras muchas tenderán a desaparecer. No es descabellado pensar que a medida que avance el siglo, la automatización impondrá cambios importantes en ciertas industrias. Es así como los empleados de los bancos o los telefonistas podrían desaparecer, pues cualquier persona podrá efectuar sus gestiones automáticamente.

Sin embargo, algunos antiguos oficios no perderán su importancia e incluso con el avance del tiempo tendrán mayor auge del que gozan actualmente. Es el caso de los médicos, paramédicos, enfermeros, los chefs de cocina, los expertos en mercadeo turístico y en especial los educadores.

En pocas palabras, en un mercado laboral altamente especializado y competitivo, resultará imprescindible seguir capacitándose permanentemente y en ese sentido, un segundo idioma siempre será requisito indispensable.

Software y empleo vienen juntos

El desempleo en Uruguay oscila en indicadores muy próximos al 15 por ciento, aunque si se observan los distintos sectores de actividad, se constata que las tecnologías de la información mantienen un crecimiento permanente, más allá de cualquier crisis. La demanda de software es intensa, las empresas que lo producen tienen alta penetración en los mercados internacionales, y ese dato no escapa a la sociedad uruguaya que demanda formación y capacitación en esas disciplinas.

Para armonizar criterios y definir estrategias, se está poniendo en marcha un acuerdo entre los empresarios locales en el plano del software y los responsables de los institutos de formación, a efectos de la implementación de un esquema académico e industrial. El dato objetivo es que después del derrumbe de la economía uruguaya —iniciado con la devaluación de Brasil en 1999 y potenciado con sucesivas crisis sanitarias (epidemia de aftosa en el rodeo vacuno) y financieras (desplome del sistema bancario)— únicamente la industria del software se mantuvo al margen de esa espiral descendente.

Esa industria no perdió puestos de trabajo. Anota además, a lo largo de esos años negros, un incremento —aunque leve— en el volumen de mano de obra ocupada. Hoy en día, existe una percepción generalizada de que aquellos que están capacitados en esta disciplina tienen mejores posibilidades de trabajo.

Así opinó recientemente Luís Stolovich, director del programa de Desarrollo Empresarial de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (Cuti), quien subrayó que hay, además, estudios propios de la entidad que confirman dicha percepción.

Los mismos centros de educación tienen evaluaciones hechas acerca de la
inserción laboral de sus egresados, ya sea en el plano técnico, universitario y de postgrado, y los resultados muestran índices de ocupación altísimos, superiores al 90 por ciento.

Se observa que las posibilidades de acceso al mercado laboral no sólo se producen en forma individual, sino que también es importante la cantidad de empresas que se contactan con los centros de formación para solicitar profesionales en las áreas de su interés.

Los medios de prensa, incluso, informan que en ocasiones la demanda de profesionales en este ámbito de trabajo es superior a la cantidad de graduados.

En ese sentido, las estimaciones apuntan que hasta un 80 por ciento de estudiantes avanzados ya están incorporados a alguna empresa.

Stolovich comentó que en los últimos 20 anos se graduaron en Uruguay "no menos de 8.000 estudiantes en ingeniería de sistemas, análisis de sistemas y programación", dato referido a un total de población que apenas supera los tres millones de habitantes.

Esa formación es requerida en distintos niveles: universitario, técnico y básico; pero especialmente en los niveles superiores de formación muestra diversidad de opciones en términos de postgrados y especializaciones. Del total, algo más de 3.000 estudiantes cursan carreras a nivel universitario y de postgrado, y aproximadamente se divide en mitades la cantidad que asiste a institutos privados y la que concurre a la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República. De todos modos, algunas proyecciones realizadas de cara a las posibilidades de desarrollo de la industria uruguaya del software y a la demanda de calificación por parte de los estudiantes, hace pensar que la sintonía no está del todo ajustada.

Según Stolovich, el problema debe rastrearse en la falta de adecuación
de los programas de enseñanza primaria y secundaría.

Informaciones divulgadas a nivel de Cutí indican que a comienzos de
los años 90 eran apenas unos 800 los puestos de trabajo requeridos en el
plano empresarial. De acuerdo a estimaciones de esa entidad, reveladas
a fines del año pasado, eran más de 7.000 las personas ocupadas en el sector. El hecho de haber llegado en pocos años a multiplicar la cifra casi por 10, muestra la dinámica de un campo que logró mantener su ritmo en medio de una crisis económica de proporciones históricas.


Hacia el 2001, en plena crisis, el software uruguayo llegó a una facturación del orden de 380 millones de dólares, de los cuales 86 millones se generaron por la vía de las exportaciones. De hecho, con el 30 por ciento de su producción volcada al mercado exterior, Uruguay se sitúa entre los países más dinámicos del mundo en este plano, detrás de la República de Manda (90 por ciento) y de India (50 por ciento).


LA TECNOLOGIA PROMETE AREAS DE EMPLEO DIFERENTES
Nuevas ofertas curriculares


Aunque algunas profesiones parecen extraídas de una novela de ciencia ficción, ciertamente podrían estar en la oferta de muchas universidades latinoamericanas en el futuro cercano

Abogado ambientalista. Convertirse en experto en legislación medioambiental es una salida profesional para el saturado mercado de la abogacía. Los profesionales en derecho pueden especializarse como asesores jurídicos en medio ambiente a través de cursos de postrado y maestrías.

Analista de contaminación ambiental. El análisis y control de la contaminación acústica, aguas, aire y suelo, y el control de los procesos industriales frente al medio ambiente son campos en auge para químicos y biólogos.

Auditor ambiental. Las nuevas normativas han obligado a determinadas empresas a realizar auditorias medioambientales. La eco auditoria se utiliza también para mejorar la imagen de la compañía de cara a sus clientes y a la competencia. En las auditorias medioambientales intervienen abogados, economistas y licenciados en administración de empresas.

Ingeniería de órganos. Ya se trabaja con piel artificial y se espera que en
los próximos años con cartílagos.
Para los siguientes 25 años se podrán crear órganos enteros. Los científicos han hecho crecer exitosamente nuevos intestinos y vejigas dentro de las cavidades abdominales de algunos animales, y se ha comenzado ha experimentar con ciertos tejidos.

Educador ambiental. Como profesión se encuentra abierta a diversos perfiles laborales. Los educadores ambientales pueden trabajar para diferentes instituciones públicas, colegios y centros educativos.

Química ecológica. Desde hace algunos anos, los productos que necesitan de la química para ver la luz empiezan a ser elaborados con materias menos agresivas para el medio ambiente. Detergentes, limpiadores, aceites para coches, conservantes y aditivos alimenticios o materiales biodegradables se están fabricando con tecnologías más limpias. Ciertas universidades han incluido cursos de química ecológica.

Ingeniería del conocimiento. Creadores de inteligencia artificial traducirán los conocimientos en software.

Inteligencia artificial. Los ingenieros de sistemas continuarán sus esfuerzos para imitar la inteligencia humana. Dentro de un tiempo no se podrá distinguir si quien habla es un humano o una máquina. Estos simuladores serán utilizados para trabajos como servicio al cliente, en donde podrá resumir e-mails e incluso responderlos.

Investigación de información. A medida que pasa el tiempo, el manejo de base de datos se hace más complicado. Toda la información contenida en las memorias de las computadoras y la que se transmite por el mundo a través de Internet necesitará de un especialista que se encargue de mantenerla, buscarla, clasificarla y estudiarla.


Fabricas de carreras en serie

adalberto grullon
tiempos DEL mundo


La isla de Santo Domingo, que comparten República Dominicana y Haití, tuvo el privilegio de albergar a la primera universidad del Nuevo Mundo, fundada en 1538 con el nombre de Santo Tomás de Aquino, hoy denominada Universidad Autónoma de Santo Domingo (Uasd).


Esta academia se ha convertido en el principal centro de producción de profesionales no sólo para República Dominicana, sino también para otros países de la región.
La educación superior del país ha tenido un crecimiento impresionante, sobre todo durante las últimas dos décadas. En la actualidad, hay 40 universidades con una matrícula de 286 mil estudiantes. De este gran total, la Uasd posee unos 125 matriculados.
Una investigación reciente de la Secretaria de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología reveló que en apenas 10 años (1979-1989)
surgieron 19 instituciones, y la matrícula en la universidad estatal se multiplicó por siete en los últimos 32 años.

Es de destacar que hay 10 programas o carreras que concentran al 72
por ciento de los estudiantes universitarios. En términos absolutos, eso
significa un total de 204 mil estudiantes. El país, con'8,4 millones de habitantes, tiene cerca de 35 mil abogados en ejercicio.

Para comprender mejor la magnitud de esta cifra, basta recordar que Francia, que cuenta con más de 50 millones de habitantes, posee únicamente 17 mil profesionales en ciencias jurídicas.

Los especialistas sostienen que lo que necesita la nación no son aboga-
dos ni psicólogos ni mercadólogos, sino técnicos que puedan pedalear la
pequeña y mediana industria, las zonas francas, la hotelería o la construcción.


Estados Unidos: salud marca pauta profesional

pedro F.Frisneda
TIEMPOH DEL MUNDO

En una sociedad tan competitiva como la estadounidense —profesionalmente hablando— muchos pensarían que los trabajos relacionados a la tecnología, la informática o recursos financieros, son los que tienen mayor demanda.

Pero, si bien el campo de la computación y el procesamiento de datos han avanzado a pasos agigantados y presentan un futuro muy prometedor, es el área de la salud la que ha experimentado un mayor crecimiento en los últimos anos y por ende, la que necesita de mayor número de profesionales. La demanda en este sector, conforme a diferentes estudios, será aún más acelerada en los próximos 10 años.

Sean enfermeras, farmaceutas, asistentes médicos o cirujanos, las personas que trabajan en esta industria, son las que tienen mayores posibilidades de encontrar un buen trabajo y tener un mejor salario.

Según proyecciones de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), del Departamento de Trabajo de EE.UU., de las 10 ocupaciones que tendrán mayor crecimiento en el lapso de una década (2002-2012), ocho están relacionadas al campo de servicios médicos y salud. El BLS estima que el número de graduados como asistentes médicos —primera profesión en la lista— crecerá un 59 por ciento en 10 años, pasando de 365.000 en el 2002 a 579.000 en el 2012. En segundo lugar están las plazas de analistas de sistemas y comunicaciones, que aumentarán un 57 por ciento en el mismo periodo, pasando de 186.000 a 297.000.
Un asistente médico es una persona con un grado técnico que realiza labores clínicas para doctores y otros profesionales de la salud; se encargan desde sacar sangre y medir la presión, hasta actualizar los archivos de los pacientes y contestar el teléfono. Pero estos asistentes no examinan ni diagnostican a las personas. En promedio devengan 24.810 dólares al año, de acuerdo al BLS.

El tercer lugar en la lista de profesiones que más crecerán, según la entidad mencionada, le corresponde a los asistentes de doctores, que aumentarán un 49 por ciento.

A diferencia de los asistentes médicos, éstos sí examinan, diagnostican y tratan a pacientes, bajo la supervisión de un doctor. Todos los asistentes de doctores deben completar un curso de entrenamiento, tener un título universitario y pasar un examen nacional.

"Estamos viendo a estudiantes que terminan sus estudios y encuentran trabajo fácilmente (...) la mayoría tiene empleo y el hecho de que su salario ha aumentado más rápido que la inflación, nos muestra la enorme demanda que hay allá afuera", asegura Nancy Hughes, vocera de la Academia Americana de Asistentes de Doctores (Aapa).

De acuerdo con un censo de la Aapa, en el año 2003 había 57.879 asistentes de doctores calificados para trabajar en EE.UU., a diferencia de los 26.660 de 1996.



Las universidades deben prepararse para una transformación

Las profesiones son cada día más exigentes. Aquellas personas que deseen salir adelante, tendrán que aprender permanentemente y no conformarse con lo que saben, sino desarrollar un proceso continuo de conocimiento con el cual aumenten su entendimiento y logren ser más competitivos ante un mercado laboral que estará buscando, sin duda, las personas mejor capacitadas y más comprometidas con las nuevas tendencias. Las universidades deben convertirse en un medio que brinde las herramientas necesarias. Pero, ¿están preparadas para asumir dicha responsabilidad? En Nicaragua, por ejemplo, desde hace unos dos años se lleva a cabo un proceso de auto evaluación en las universidades privadas y públicas con la finalidad de analizar y evaluar la calidad de la educación que se está adoptando en el país centroamericano. Este proceso no sólo busca evaluar el nivel de la calidad de la enseñanza en cada una de las más de 20 universidades existentes, sino también hacer un análisis de la oferta académica profesional.

Ese procedimiento cuenta con el apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrolle (BID), y es considerado clave para reforzar la calidad de la educación universitaria.

El tema de las profesiones que se están formando en las universidades nicaragüenses no es nuevo, pero cada vez más se amplía el debate en los distintos sectores de la sociedad. Como en otros países de América Latina, por muchos años, las carreras universitarias preferidas fueron medicina, derecho, administración de empresas e ingeniería civil e industrial, pero desde mediados de la década de los 90 todas las universidades de Nicaragua —privadas y públicas— emprendieron un proceso de diversificación de su oferta académica y ampliaron su perfil hacia carreras relacionadas a la informática, la industria del turismo y el comercio internacional.

Según fuentes del Consejo Nacional de Universidades (CNU), aún existe una cantidad numerosa de estudiantes que optan por las carreras tradicionales. El problema, para rectores consultados por tiempos del mundo, es que en Nicaragua no existe un plan o estrategia sobre qué tipo de país debe desarrollarse, Adán Bermúdez, presidente de la Federación de Universidades Privadas de Nicaragua, considera que hace falta que el gobierno 'oriente', a través de un plan de nación, sobre cuáles son las carreras que requiere para su crecimiento y desarrollo. Sin embargo, sostiene que las universidades están en un proceso de organización que permitirá determinar la importancia de las profesiones que deben priorizarse para el futuro. A su criterio, no existe un diagnóstico sobre el asunto, solamente el tiempo determinará qué clase de profesionales deben seguir formándose en los centros superiores de la nación.

Eduardo Montiel, ministro de Hacienda nicaragüense, recordó que se debe analizar a fondo la oferta curricular de las universidades y la demanda que requiere el país. "Nicaragua y otros países de América Latina van a sufrir
transformaciones mayores en su estructura económica en todo su potencial, y los profesionales que se demandarán serán muy distintos a los que se demandaban hace cinco anos", advirtió.

Montiel señaló que las universidades tienen que comenzar a trabajar en una revisión de su perfil de ofertas, y señaló que en su país se deben formar gente acorde a la nueva realidad, no sin antes comentar que dos de cada tres egresados de ciertas carreras están desempleados y no tienen posibilidad de encontrar un trabajo.

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