Tuesday, March 21, 2006

El vanguardista de la ciencia


Existen dos formas de describir a este singular hombre plural. La primera, la singular: Carlos Bustamante es uno de los poquísimos científicos de élite en el mundo que ha realizado inestimables innovaciones científicas y tecnológicas en el campo de la investigación macromolecular; estos estudios le están permitiendo a la medicina explicar los procesos que originan ciertas enfermedades terminales. La segunda, la plural (descritaen su curriculum solo para elegidos) : "Carlos Bustamante, utilizándolas pinzas de láser, ha descrito la mecánica del motormolecular del virus 29 que empaca el ADN dentro de la cápside viral y ha estimado las magnitudes dinámicas y termodinámicas del plegamientodel ADN, ARN, y la actividad enzimática de proteínas que participan en la replicadón del ADN". En cualquiera de las formas, simple o compleja, desde la Universidad de Berkeley, Bustamante viene encabezando la vanguardia científica que está a punto de brindarle a la biología el mismo nivel de experimentación que la química y la física.
Cuidado que dentro de unos años podamos estar hablando de él como de un candidato al Premio Nobel.
¿Usted empezó estudiando Medicina por seguir a su padre?
Ser médico era una tradición. Pero dentro de la carrera, en San Femando, me di cuenta de que lo que realmente me gustaba era la investigación científica. Entonces tuve que tomar una decisión que se la planteé a mi padre en el año 72 y me comprendió. Me relató las palabras de Kennedy: "Dejen que sus hijos sean lo que quieran ser, si quieren ser picapedreros que sean buenos picapedreros". Cuando fui a pedir mis certificados, el decano llamó a mi padre preocupado al hospital. Él le dijo que me apoyaba en todo.
¿Pero estudiar para científico en el Perú debía ser tan aventurero como querer ser filósofo?
Salí al vacío. Se había abierto una maestría de Bioquímica en San Marcos, pero yo no tenía el bachillerato. De todos modos mi profesor Ernesto Melgar gestionó para que me presentara frente al jurado. Yo tenía 20 años, les hablé con tanta pasión sobre mi deseo de ser bioquímico, de hacer ciencia, que les chocó. Me pidieron que saliera. A los 10 minutos me llamaron: "Señor, su caso es irregular, pero hemos pensado en hacer una excepción". Poco me faltó para besarlos. Tomé cursos en la Cayetano, en la Católica y en San Marcos. Fue un semestre en que quedé casi con un problema neurológico porque me la pasé estudiando para cumplir con todo.
Pero reconfirmó su vocación con creces...
Me di cuenta de que me interesában los aspectos más cuantitativos de la Biología. Y eso representaba hacer Biofísica. Como tal luego me presenté a la Comisión Fullbright para sacar un doctorado. Me dieron la oportunidad de escoger tres universidades, yo escogí: Berkeley como primera opción, MlT y Duke University. En febrero del 75 me llega una carta de Berkeley: "Felicitaciones ha sido usted admitido al programa de graduados".
En la Universidad de Berkeley, lacuna del movimiento hippie...
Ja ja ja. El año 67, en el punto culminante del hippismo, mis padres fueron a San Francisco, y decidieron ir a Berkeley. Fueron al campus universitario. Cuando retomaron, mi padre abrió su maleta y me tiró por los aires un catálogo. Mi madre se opuso: "No, de ninguna manera mi hijo va a estudiar en ese sitio donde todos están tirados en el suelo fumando drogas. Pero en 1975 se alegraron.
¿Al llegara Berkeley se contagiódel ambiente de rebeldía?
Recuerdo que el primer día, en uno de los edificios administrativos de la universidad, en la puerta por donde termina la Telegraph Avenue, donde se produjo el movimiento hippie, me encontré con un grupo de mujeres que gritaba que quería justicia, y la policía entraba a corretearlas. Alguien me explicó que eran Pranda y sus correligionarias: estaban desnudas de la cintura para arriba, porque en Berkeley durante el verano los hombres se sacan los polos y caminan así por la calle, pero cuando ellas hacen eso, las arrestaban. Fue mi bautizo de fuego.
¿Tuvo algún choque cultural porser peruano?
Me chocó muchísimo el primer año. Más que nada las relaciones personales, el americano es mucho más práctico. Ellos constantemente se están mudando, eso hace que adopten relaciones más superficiales. Lo que nosotros conocemos como amigos no se traduce en "friend", porque para ellos sería como conocido. Lo que nosotros llamamos amigos es más profundo. Pero descubrí mi 'latinoamericanidad', que en el fondo peruanos, bolivianos, chilenos, ecuatorianos somos la misma cosa.
¿Pero usted regresó al Perú alsegundo año?
Sí, es que había dejado a mi enamorada aquí y le propuse matrimonio. Ella tenía 20años. Nos casamos aquí en agosto del 76 y nos fuimos a Estados Unidos. Éramos muy pobres. Pero muy felices. Para el año 80 ya estaba terminando mi doctorado, fue una experiencia muy positiva.
En la Universidad siempreexisten profesores que nos des-lumhran y que marcan nuestrasvidas...
El mío fue Ignacio Tinocco, bioquímico de macromoléculas. Él dirigió mi tesis sobre un proceso de dispersión de luz por moléculas que tienen estructura helicoidal como el ADN. Este proceso no había sido descrito y yo me gradúe como doctor en Biofísica. Después como postdoctorado construí una máquina para medirlo.Yo admiraba a Tinocco y cada vez que iba a verlo a su oficina filmaba en mi mente sus gestos y actitudes, cómo se le ocurrían las ideas, cuál era el truco, su magia. Esta es la parte artística de la ciencia, que en sus análisis es un acto creativo. En ciencia hay que imaginar e inventar, existe el proceso de aprender tu propio estética, de buscar tu propia voz, que se da en el tiempo, a través de las experiencias y que lo emparenta con el arte y la literatura.
¿Tuvo hijos mientras vivía su-mergido estudiando moléculasdeADN?
Samantha nació en Berkeley el año 80, Carlos nació a la semana de que llegáramos a Nuevo México el año 82. Estuve 8 años allí, pasé de profesor asistente a profesor principal. Para el año final me contactaron de la Universidad de Oregon. Llegué en enero del 91 hasta julio del 98. En l994 tuve la suerte de que me hicieron un investigador del Howard Hughes Medical Institute, la institución filantrópica más grande del mundo. Pero en el año 98 me llegó una propuesta de Berkeley, y volver allí después de 16 años había sido mi sueño secreto, y volví.
La revista Time lo eligió entre los19 mejores científicos y médicos por sus trabajos con las moléculas individuales y el ADN, ¿ahora qué está estudiando?
Estoy abocado a desarrollar una célula artificial. El método analítico, que es sacar las partes de un todo para entender cómo funciona tiene limitaciones, en último análisis si el proceso es muy complejo como el de las células que tiene muchas interacciones, no se pueden llegar a conocer todo. Yo creo que ha llegado el momento de que la Biología pase a ser una ciencia sintética, como pasó con la Química, que estudiaba lo que existía en el planeta hasta que pudo sintetizar compuestos que existían y después compuestos que no existían. Es interesante porque vamos a poder hacer con la materia viva lo que podemos hacer ahora con la inerte, que es lo que nos permite tener plásticos, industria liviana, sustancias químicas que resuelven nuestros problemas diarios, todo esto es resultado de la química como ciencia sintética. En el 2050 los biólogos se van a encontrar y se van a preguntar en qué célula sintética nueva estás trabajando y cuáles son sus propiedades.
En el inconsciente colectivo se encuentra el arquetipo del científico al que su creación lo desborda y destruye: el doctor Frankestein, el doctor Jekyll.¿Con estos avances que usted lidera no corre el riesgo determinar rebasado como está sucediendo con la clonación?
La ciencia es neutra, el conocimiento es inherente a la naturaleza del ser humano. Como la pregunta que hizo Cervantes: "¿Cómo esconder a un hombre?". Lo que hace a la ciencia positiva o negativa, lo que hace a la clonación positiva o negativa, es la aplicación de esa ciencia, pero esa decisión no está en manos de los científicos sino de los políticos. En este caso hay políticos buenos y malos.Y las sociedades toman sus decisiones de manera política.
¿Pero un científico no puede medir los daños que causen sus investigaciones, no llega a vender su alma al diablo como el doctor Fausto?
Los físicos de alta energía, por ejemplo, están interesados en las leyes y en los procesos en que están involucrados en la liberación de las partículas dentro del núcleo del átomo. Que haya ingenieros que se dedican a trabajar en usar esa energía en bombas atómicas ese no es problema del científico. Es distinto el investigador de la ciencia del tecnólogo, el que aplica.
¿Usted cree en Dios? Existen tendencias científicas como la neuroteología que quiere ubicar en el cerebro a la neurona divina
Soy agnóstico. Para mí las parábolas de las distintas culturas sobre la idea de Dios me parecen válidas, pero son solo eso. Somoslo suficientemente inteligentes como para hacer las preguntas importantes, pero no lo suficientemente inteligentes para responderlas . Lo que sí creo es que el universo tiene una estructura, que hay leyes particulares y generales que lo rigen y en ese sentido podemos ver a Dios, pero me cuesta trabajo emprender una relación personal con esa idea y no creo en comunicarse ni pedirle ayuda a ese principio, que veo más como un contrato social. La vida es más fácil con fe, en el fondo envidio a quienes la tienen.
¿Le tiene miedo a la muerte, cree que la ciencia va a lograr algún día la inmortalidad?
Todos tenemos miedo al no ser. Creo que la religión ayuda a atenuarlo. La inmortalidad radica en que el promedio de vida media de un individuo crezca a razón de un año por año. E stamos en camino a ello, la ciencia médica hace que ca-da año el promedio de vida media se alargue. Quizá se alarga ahora a un promedio de dos meses por año, pero va a llegar un momento en que la tecnología y la ciencia van a lograr que cuando tú tengas 70 años el promedio de vida me-dia va a ser de 80, cuando tengas 71 va a ser de 81 y así sucesivamente. Entonces nunca lo alcanzas. Esa es la inmortalidad.
Miguel Ángel Cárdenas M.

1 comment:

Gonzalo Del Rosario said...

Yo quiero ir a estudiar a Berkeley . . . all the leaves are brown, and the sky is grey, I've been for a walk, on a winters day . . .